Seguramente, usted recuerda esa sensación que tuvo cuando llego por primera vez al colegio, no conocía nada ni a nadie, la incertidumbre era altísima, pero aun así después de un tiempo se dio cuenta que se desenvolvía como pez en el agua. Eso mismo ocurre cuando llegamos a un trabajo nuevo. Adaptarse es una tarea que, aunque no es fácil, no tiene porqué ser difícil. El horario, las reuniones y además conocer a sus compañeros de trabajo es todo un reto, y ni se diga a la hora de entender cómo trabajar con su nuevo jefe. Por eso, prepárese, muéstrese como una persona amable, dispuesta a ser parte del equipo y por supuesto no olvide siempre sonreír. Mantenga una relación sana con todos, evite los chismes o juzgar a sus compañeros, incluso juzgar a su jefe o a la misma organización. De igual manera, tenga claro que sus compañeros de trabajo son eso: compañeros de trabajo, y que en esa medida usted puede compartir con ellos bastante (teniendo en cuenta que pasa la mayor parte del día en la oficina), no obstante, recuerde que no son sus amigos del alma. Así mismo, la relación que establezca con su jefe le facilitará las cosas en su nuevo rol, por lo tanto, aprenda a leerlo, sea receptivo y sobre todo mantenga esa actitud positiva con la que inició, siempre dando más de lo que le piden. En conclusión, tenga presente que, como todo en la vida, esto es tan solo una etapa y cuando menos se dé cuenta, estará nadando como pez en el agua.
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