Yo hablo mucho que la proactividad es una de las raíces del éxito. Una persona proactiva genera sus oportunidades y mueve el mundo a su acomodo. Una persona inactiva es una persona que reacciona muy tarde a los cambios que le impone el mundo. ¿De dónde sale nuestra proactividad? Sencillo, de nuestra pasión. La pasión, ese sentimiento inexplicable que sentimos en todo el cuerpo. Que nos llama y nos pide que hagamos algo. Eso es lo que nos vuelve proactivos. Es un cumulo de interés, que nos sirve para luchar contra la pereza, la indiferencia y todos los miedos que nos invaden día a día. Siga su pasión y un día se sorprenderá de lo proactivo que es.
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