No nos gusta ser mirados, analizados, no nos gusta ser evaluados.
Al ser evaluados, el mecanismo de defensa se prendé y rechaza antes de ser rechazado. Es por eso, que muchas veces rechazamos a las personas sin ni siquiera conocerlas. Nos da miedo que nos rechacen y como mecanismo de defensa, rechazamos primero.
Póngase en la entrevista. Lo hacemos todo el tiempo. Como nos da miedo que el entrevistador nos rechace, nosotros empezamos a juzgar y a rechazar de entrada. Esto se nota, de entrada, en la actitud. Muchos no saben porque son descartados y esta es una de las principales razones.
Por eso, en la entrevista, olvídese que está siendo evaluado. Usted va a conocer la empresa, y esta también lo conocerá. Si son un “fit” y cazan, lo contrataran. Si no, mejor que no lo contraten y no lo desvíen de su camino hacia la empresa que realmente es para usted.
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