En la vida uno nunca deja de arriesgar Nadie esta a salvo. Siempre estamos arriesgando, por más que tratemos de estar seguros. Arriesgamos, al no arriesgar, eso se llama costo de oportunidad. Solo al saber que arriesgar es inevitable, podemos abordar la vida con una nueva actitud. Si siempre arriesgo, porque no decido en arriesgar en temas que me gusten. Si sé que al arriesgar es inevitable que vaya a perder o fracasar en cualquier momento, porque no lo acepta y aprende, logrando acercarse a su nuevo éxito. La libertad viene de saber que arriesgar y perder es inevitable. Solo así podemos realmente vivir la vida, sin miedo. Vivimos en un estado de constante acción, por ende, de mucho éxito. La diferencia es: sabemos que nos vamos a caer, pero estamos seguros que nos vamos a levantar. Si quiere ayuda al levantarse, visítenos: http://www.48dias.com.co/producto/coaching-laboral
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