Nuestro subconsciente es la embarrada. Nos quejamos que no tenemos entrevistas. Cuando por fin nos llaman a entrevista, buscamos todos los peros posibles: la empresa no me gusta, el salario es muy poco, queda muy lejos, etc… Nosotros nos cuidamos el ego, y no nos gusta recibir un no. Tenemos una victoria pírrica interna cuando le decimos no al cargo antes de siquiera tener la entrevista. El problema es que eso nos quita actitud y daña nuestras posibilidades de tener éxito en la entrevista. Solución: no haga juicios sobre las entrevistas ni los empleos hasta que nos hagan oferta. Si sabe que realmente no le gusta, téngala como una entrevista de práctica. Además, usted no sabe si el darse a conocer ahí le abre puertas para nuevas oportunidades. No se dañe su opciones, haga todas las entrevistas para la conseguir el empleo. Visite www.48dias.com.co
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