Después de al menos seis meses, no antes, en donde ya ha pasado el periodo de prueba y ha logrado entender la cultura organizacional, conocer a sus compañeros de trabajo, a su jefe y la dinámica laboral, usted podría experimentar esa sensación de nadar como pez en el agua. Sin embargo, para llegar a este punto es importante que se analice usted y también a la organización, y logre darse cuenta si comparte sus valores y lo que es usted como persona versus el ADN de la empresa y las necesidades de esta. Entienda que no todas las compañías son para todo el mundo, ni todas las personas son para algunas organizaciones, es un proceso que lleva tiempo, en el cual deberá ser paciente y no tomarlo a la ligera. Es normal que en algún punto se pregunte si encaja en su nuevo trabajo, pero debe saber que en la medida en que estén alineadas sus expectativas, habilidades y objetivos con los de la compañía, todo fluirá tranquilamente. Si, por el contrario, a medida que ha pasado el tiempo usted encuentra que no está cómodo y que no es el espacio para usted, replantee el tema. La realización personal y la satisfacción de desempeñarse en el ámbito laboral son muy importantes para ambas partes. No obstante, las relaciones laborales siempre funcionarán como cualquier otra relación, no siempre serán perfectas, habrá momentos que no le gustarán, personas con las que congenie mejor que con otras, pero en general si pueden transcurrir de manera natural y tranquila, logrando una estabilidad y bienestar que le faciliten su labor. Así que, procure ser usted mismo, esfuércese tanto como el primer día y simplemente las cosas marcharán a su favor. Solo usted sabrá de acuerdo a las diferentes situaciones que viva, si realmente el lugar donde se encuentra está acorde con quien es usted.
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