Nos ensenan que para ser exitosos debemos ser entregados. Que debemos trabajar duro y sacrificar mucho para llegar a la cima de éxito. Tiene que dejar de lado su vida, para poder lograr desarrollarse profesionalmente. Lo peor es que lo hacemos. Yo fui uno de esos, que trabajaba de 6am a 8pm. Relegue familia, amigos y hobbies por ser más efectivo en mi trabajo. A mi me dijeron: “uno viene al mundo es a trabajar” y así lo hice. El problema es que el cuerpo no entendió lo que estaba haciendo, es amos, puede que lo haya entendió, pero no estaba de acuerdo. Por eso se enfermo. Me da pesar cada vez que me encuentro con personas con la misma historia. Ojala fuéramos pocos, pero somos muchos. Ejércitos de personas que estaban en la vaca loca corporativa y simplemente el cuerpo dijo no mas, no aguanto. No tolero que no almuerce bien, no resisto que no haga ejercicio. No me parece lógico que no se cuide. Hay una enfermedad hoy, la carrera del éxito, que puede estar robándonos lo único que poseemos, nuestra vida. Si le ha pasado, me encantaría conocer su historia.
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