La hoja de vida se debe enviar al que seria su próximo jefe, no a recursos humanos

La lógica nos dice “enviar hoja de vida a recursos humanos, allá es donde reclutan”. Precisamente por eso, todas las hojas de vida llegan allá, y  forman unos montículos de papel que al largo plazo se convierten en un problema. ¿Quién lo necesita? Es acaso RRHH quien tiene que llenar la vacante, o es el que seria su jefe el que esta sufriendo cada día que tiene esa posición vacía. La hoja de vida le debería llegar a la persona que la necesita, que la valora. Esta persona la guarda para los momentos difíciles y la saca cuando la necesita. Todos los que hemos sido jefes sabemos del traumatismo que genera que una persona nos renuncie. Por eso, valoramos tener candidatos disponibles para el momento que los necesitemos. Por eso, envíe la hoja de vida al que seria su jefe.