Mucho de lo que hacemos depende de lo que creemos. No lo sentimos, no nos percatamos, pero vivimos en un automático nacido de los códigos o marcos que se han ido programando en nuestro ser. Nuestros prejuicios nacen de estos conceptos que han sido grabados en nuestra mente, ya sea por aprendizajes o por costumbre que se nos han impuesto. Todo depende de lo que creemos. De nuestra visión del mundo actual (El mundo no es como es, sino como lo vemos), o del mundo como debería ser. Nuestro propósito y vocación está arraigado a nuestras creencias y el sentido de nuestra vida se nutre de esa fuente de concepciones. La creencia más fuerte es aquella que tenemos de nosotros mismos. Nuestro potencial es diferente a nuestra capacidad. Nuestro potencial es grande y podemos (todos) hacer cosas magnificas. Nuestra capacidad está limitada por lo que nosotros creemos de nosotros mismos, puesto que si no confiamos, no nos arriesgamos o, simplemente, no hacemos, pues no vamos a ser capaces de hacer mucho. Ojo con limitar su potencial, potencialice su capacidad creyendo en usted. Si necesita razones para creer, sencillamente, reconozca las cosas que ha hecho en el pasado y valórelas por lo que realmente son. PD: Hoy tenemos conferencia gratuita “6 Principios del Profesional Exitoso” a las 6:30pm en la Cra 14 No 77ª – 61. No se la pierda. www.48dias.com.co
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