No sé cuál es mi vocación ¿Es eso malo?

“Buenas Noches Cesar respecto a la vocación, en mi caso no sé cuál es mi vocación, ¿eso es malo? Saludos Cordiales, Lectora” Es una pregunta dura que me hacen a diario. Quien soy yo para juzgar lo bueno o lo malo de otra persona. Lo único que puedo dar es mi opinión frente a lo que vivo. Y para dar mi respuesta tenemos que entender que es vocación. Vocación no es hacer lo que a uno le gusta, es mucho más que eso. Lastimosamente la gente se limita cuando lo mira de esa forma y se centra un círculo hedonista de placer momentáneo que no lleva a nada constructivo. La vocación es mucho más que eso. Si, incluye su pasión; si, incluye lo que le gusta. Pero no solo eso. Necesitamos ver la vocación como el “llamado”, como nuestra misión. ¿Para qué estamos en la tierra? Y la forma de encontrarlo puede ser sencilla si lo vemos desde esta perspectiva: donde combina su pasión, su habilidad con la utilidad del ser humano y su sociedad. Volvemos a algo que ya he hablado y siento que es mi tema del año, el concepto de SERVIR. Y solo podemos servir. Servimos únicamente a otros, servir para nosotros mismos no es servicio real. Solo podemos servir realmente cuando somos la mejor versión de nosotros mismos. Y somos la mejor versión de nosotros mismo donde llevamos nuestra competencias/habilidades al extremo. Solo podemos llevar nuestras habilidades al extremo cuando tenemos un fuego interno (motivación intrínseca) que nos empuja a invertir mucho más de lo que deberíamos. Eso es lo que llevo a la gente a hacer en el taller: ¿Dónde va a servir? ¿Cómo va a servir? No creo que sea malo no saber su vocación. Lo que realmente creo que es ser malo (en el taller hablo de ser desagradecido con el universo) es el no estar en una activa búsqueda de su vocación.