No nos damos cuenta, pero nosotros somos nuestro peor enemigo. Muchas veces no logramos lo que queremos porque tenemos pensamientos ocultos, imperceptibles, que bloquean nuestro progreso. “Ojalá no me den el proyecto, que cantidad de trabajo me tocaría hacer” “Si me dan la beca, me tocaría renunciar y me da miedo” Esos pensamientos nacen siempre del miedo. Y ese miedo, viene del miedo al cambio, de modificar lo que conocemos, por bueno o malo que sea, es lo que conocemos. Esta vida es de valientes. Reconozcamos lo malo que nos decimos y contrarrestémoslo con un cambio en pensamiento: “Si me gano el proyecto, va a ser duro, pero le ponemos el hombro” (Yo sé que debería poner “cuando me gane el proyecto” – pero a mi ese positivismo para mi es indiferente… yo sé que no es igual, y es tema para otro día.) “Ojalá me den la beca, quien sabe que venga, pero bienvenido sea.” ¡Cambie el chip!
top of page
BLOG
bottom of page
Comments