Seguir su pasión no es egoísta

Robarle al mundo de su potencial si lo es. Mucha gente cree que si sigue su pasión está siendo egoísta, que está pensando únicamente en su bienestar. Póngase a pensar, ¿Qué es mejor? Una persona resignada, entregándole un trabajo mediocre a la sociedad o una persona que ama lo que hace, es excelente en su trabajo y así aporta a la sociedad. Confundimos el “deber ser” con conformismo. Muchas personas se escudan en ese “deber ser” por miedo a seguir su propia pasión. Una persona que sigue su pasión y alcanza su potencial es un ser que tiene mucho para entregar. Una persona con un vaso rebosante es más probable a aportar que una persona que no alcanza a llenarlo a la mitad. La mejor forma de no ser egoísta es entregándole todo su potencial a la vida y a la sociedad. Si su don es cantar, cante. Si su don son los números, trabaje con ellos. Si su don es el de dar alegría, nunca deje de sonreír, solo porque alguien le dijo que eso no era trabajo.