Hay momento, sobretodo buscando trabajo (o trabajando en un lugar que odia) donde todo se ve negro y sin esperanza. No sabe que mas hacer y siente que las opciones se le han acabado, que las puertas se le han cerrado. Ahí es cuando pierde la esperanza. Pero no es porque no tenga más que hacer, sino porque se dio por vencido y se convenció que no hay nada más que hacer. Siempre hay algo por hacer, siempre hay una acción que puede desencadenar un efecto domino que nos saque de la situación que estamos. Si es así, ¿Por qué nos convencemos que llegamos al final del camino? Porque no nos tomamos el tiempo de parar y ver nuestras opciones. El caso mas común es la persona que esta tan desesperada de cambio que se pone a hacer, hacer, hacer sin para y sin mirar. Va con tanto afán que no ve las opciones que tiene a la mano. Llega un momento que se cansa de darse contra la pared y decide rendirse. No se preocupe, siempre hay algo que hacer. Mientras eso sea cierto, siempre habrá esperanza
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