Tenga una cosa por seguro, se lo van a preguntar. No trate de esquivar la pregunta u ocultar los hechos. Tampoco se pase a hablar de una sobre el hecho. Cuando le pregunten, conteste. Lo primero que debe hacer es cerrar el ciclo. Eliminar cualquier emotividad que tenga sobre el hecho y mirarlos desde dos perspectivas: objetivamente y, sobretodo, desde los zapatos de su antiguo jefe. Entienda, más que defender. Con esto logra hablar tranquila y sin ninguna emoción que le haga notar rencor sobre el hecho. Segundo, practique la respuesta. Escríbala, léala. Cuando esté tranquila con la respuesta, grábese contestándola y vea como sale. Tenga la seguridad que esta hablando bien y con eso llegue a la entrevista tranquila. ¿Cómo arma la respuesta? Sea clara, concreta y concisa. No de más información de la que debe. No busque justificarse, no está ante un juez, ni en el confesionario. Recuerde, estas situaciones son normales y pasan a diario. Mire si mejor si está mostrando arrogancia o irrespeto. Si se le nota rencor o deseos de retribución. El mejor consejo, concéntrese en el trabajo actual, no en el que paso. PD: ya encuentran nuestro calendario actualizado con conferencias y talleres.
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